Sala de reuniones

Llevé mi mano derecha a mi boca, comenzó a temblarme al recordar todo aquel panorama tiempo atrás. Respiré hondo.
-Entonces... Si no sabes nada más... Por favor, no me hables de eso... Sé que yo misma saco el tema... Pero... No sé, es algo que nunca puedo admitir... Que tal vez por mi culpa ellos murieran... Debí estar a su lado yo... -comencé a decir estupideces sin sentido. Miré al suelo y me callé un rato- Cuando pueda, les dedicaré mi última canción porque... No voy a cantar más. Me deprime demasiado. Y ellos aún no me han perdonado de todos mis errores...

-Ellos ya sabian que iban a morir antes de que te fueses...No te prometo nada pero ahi veces que puedo contactar con la gente que juzgue o ellos intentan contactar conmigo...

Me separé de él y me senté en una butaca, apoyando mis brazos en mis piernas y luego entre ellas mi cabeza, mirando al suelo.
-Eso es excesivo... Es... Algo increible... Si se lo contara a Edward, de hecho... Pensaría que tal vez me volvería loca o algo así...

-A veces solo me dicen que los convierta en fantasmas us dia para despedirse de su familia...Cuando tus padres me lo pidieron fue cuando tenia la memoria borrada y ahora no puedo contactar con ellos...

-Si algún día lo consigues... No me lo digas... No quiero verlos para que me digan lo inútil que he sido... -Suspiré y apagué el micrófono que tenia entre mis manos, lo miré con atención mientras pasaba por él mi dedo índice.

Fui corriendo a donde estaba Cath.
-¿Estas ya mejor?-dije preocupado.

Apreté el micrófono con mis manos, no con demasiada fuerza, no lo quería romper. Era consciente de la presencia de Cath y de la preocupación por ella de Tora. Él se acercó a ella con rapidez y me quedé sola en aquel asiento, mirando al escenario con las luces encendidas, al escenario vacio por así decirlo. Suspiré y más tranquira miré hacia arriba, a sabiendas que mis padres me estarían viendo aunque ese techo fuera obstáculo.

-Mi leyenda esta ya escrita y creo que pronto voy a morir, me queda como mucho un año...-suspire.

Ladeé la cabeza y miré de nuevo al frente.
-¿Eh? -pregunté confusa

-Mi vida fue escrita hace muchos años y por ahora he cumplido todo lo que ponia...

-El destino escribe tu vida. Siempre tiene un principio y un final... -mis palabras llegaron a fondo... Aunque no vinieran mucho al tema... Me sequé mis mejillas con disimulo y volvi a mirar el micrófono distraida.

-Segun mi historia sere rechazado como dios a la primera...Y mas tarde me convertire en el dios supremo y matare a todos mis enemigos hasta que muera de mi enfermedad...

Suspiré.
-Tora... -susurré- No te ofendas, pero no está el horno para bollos... No sigas... -dije consciente de los sentimientos de Cath y de su dolor y miedo por que él muriera. Eran parecidos a los míos, pero mucho más intensos, solo que ahora, a mi me importaba más las palabras que me había dicho antes a solas Tora. Volvi a suspirar y miré al techo.

-Vosotras tambien salis en el libro...Al final os convertis en semi-diosas y construis una estatua en mi honor...

-¿Perdón? -alcé las cejas y lo negué con las manos mientras me ponia de pie- Oh, no. De eso nada. No doy la talla como cantante como para ser aquello...

-La famosa enfermedad que no dejo de escupir sangre que ultimamente ha parado...Bien el caso es que del libro ese solo ahi dos unidades. Uno de ellos lo tiene Csandra y el otro esta en paradero desconocido, pero se dice que misteriosamente cuando se dice que muero aparecen despues millones de hojas en blanco...

Suspiré.
-Hablar de esto me causa depresión, y no quiero acabar en un psicólogo... -salí de allí aun pensativa por todo lo ocurrido.

-Ya se que lo dije...Pero no supe nada del famoso libro hasta hace unos dias cuando Dioni me hablo de su existencia...

-Lo predijo un adivino...Aunque al adivino le dio un ataque al corazon y no lo pudo acabar del todo por eso hay hojas en blanco al final...