Despacho de la directora

Dejé de darle la espalda para sentarme y así, poder abrazarlo más fuerte. Cerré los ojos con fuerza y rodeé su cuello con mis brazos.
-Edward Anthony Masen, te has comportado como un completo niño estúpido -dije sonriendo- Como vuelva a pasar algo parecido, te juro que me voy de este colegio y vuelvo a Chicago. Junto las tumbas de papá y mamá -murmuré.

Volví a secarme los ojos.
-Te quiero, Edward. Nunca vuelvas a decir algo parecido. ¿Vale? -dije juntando mi frente con la suya.

Puse mi mano en su barbilla e hice que me mirara.
-Tú siempre estarás en mi vida.

Sonrei.
-¿Pues sabes qué? Yo no pienso eso. Nada del mundo podrá separarnos. Y yo no estaré preparada, porque nada cambiará. Lo prometo, enano. Creo que el estar juntos es lo que nos hace más fuertes. Y mi vida sin la tuya ya no tiene sentido. Así que no creo que sea tan estúpida como para dejarte ir. Jamás permitiré tal cosa. ¿Sí? -volví a abrazarlo y me senté encima de sus piernas. Nos tapé con la manta y cerré los ojos- Vamos, ahora descansa a mi lado. Yo lo necesito...

En medio de la noche, escuché la mente de Casandra.

No vale la pena Zyann.

Suspiré sin interrumpir a Lydia, que estaba lejos en su ensoñación.

Claro que sí, ella es maravillosa... deja de decir tonterías
Repliqué a Casandra mentalmente

La luz del día hizo que mis ojos se abrieran por pura molestia. Miré a mi alrededor, Noah estaba en su sillón, y Edward estaba a mi lado. Me puse de pie y lo volví a tapar con la manta. Descalza me dirigí al lavabo del despacho de Noah, donde allí me mojé la cara y el pelo con agua fría, me sacudí como un perro y me miré en el mojado espejo. Pasé las yemas de mis dedos por mis cejas mientras volvía a cerrar los ojos. Di un suspiro y volví al despacho en silencio, mi pelo mojaba con gotas de agua el suelo de madera. Abrí con la llave la puerta, por si en algún momento decidía salir y coger algunas cosas de mi habitación. Abrí por completo la ventana y me senté en el borde, dejando mis piernas fuera, mientras me dedicaba a mirar el orizonte desde la quinta planta.

Ignore a los que estaban ya dentro y deje el testamento en la mesa. El testamento decia lo siguiente.
Estare fuera un par de dias, si muero quiero que se haga uso de este testamento. El cetro quiero que sea devuelto a los Kher. Mi espada si es encontrada quiero que la tenga Edward, con ella podra proteger a mi hermana. Quiero y deseo que todas mis demas posesiones y el dinero sean para el amor de mi vida Cath... Firme y lo deje en la mesa. Despues sali hacia la azotea...

No presté atención alguna a Tora, pero al marcharse dio un pequeño portazo y eso hizo que girara mi cabeza para mirar si todo estaba en orden. Salté del marco de la ventana al suelo y me puse de pie. Miré a mi alrededor y como Edward y noah estaban en un "profundo sueño", cogí el papel que Tora había dejado en el escritorio de Noah. Lo leí y no pude evitar llevar mi mano derecha a mi boca... Incrédula apreté con todas mis fuerzas el papel, dejándolo arrugado. Suspiré al no comprender qué tenia pensado Tora hacer. Respeté su decisión y decidí no concentrarme en su mente. Dejé el testamento donde estaba y me senté al lado de Edward en el sofá mirando al techo y abrazándome a él.

No pude contenerme más. Cogí el testamento y salí en busca de Zyann, pero no antes de dar un beso en la mejilla y un fuerte y largo abrazo a mi hermano...

Volví al despacho de mal humor.
¡Tora! gruñí Con lo preocupada que estaba yo... Tonta, tonta y tonta.
Cerré la puerta, me guardé la llave, ya que si Noah quería entrar, la puerta debía estar abierta.

Llegue al despacho que era donde estaba Ly.
-Hola Ly...-le dije en mi habitual tono de voz.

Me quede en el umbral de la puerta, mirandolos, dudaba si acercarme o no

Estaba sentada como antes, en el marco de la ventana, sacando mis piernas fuera de ella.
-Tora... -dije con la mirada en frente.

-Perdon,Ly s te has asustado...Creeme que era necesario...Si casandra no se lo hubiese creido habria matado directamente a Zyann...

-Podrías haber avisado, Tora..
Salí de la ventana y comencé a andar por las tejas hasta sentarme donde podía ver el bello paisaje montañoso que rodeaba aquel internado.

-si no te lo hubieses creido tu, Casandra tampoco se lo habria creido.-dije mientras iba volando alrededor de Ly.

-¿Tú conoces el cuento del lobo? Pues cuando ocurra de verdad ya no podré creerte -dije con una mueca, viendolo volar cerca mio.

Mire a Noah
-Hola Noah- suspire, clavando la mirada en el suelo