Habitación de Evan Leiren,Mar Slowyng,ELZAPIEN y ----

-¿De verdad?-arqueé una ceja,divertido-Todavía no sabes lo que es divertirse princesa.-le guiñé un ojo.

Reí.
-Pronto lo sabré.
Yo también le guiñé el ojo y me mordí el labio inferior conteniendo la sonrisa. Rodeé con mi brazo izquierdo su cuello y me senté encima de sus piernas. Comencé a juguetear con su pelo, acariciándolo con mi mano libre.

Me acerqué y aspiré el aroma de su pelo.Le mordisqueé la oreja.
-¿En serio quieres saberlo?

Reí traviesa.
-Claro que si... -acerqué mi boca a la suya y cuando fue a besarme la aparté juguetona y me separé de él- Peeero... Hasta entonces... Que el tiempo haga el resto -dije mientras andaba con chuleria a tumbarme en una cama libre.

-¿Te crees que escaparás de mi?-reí.
Corrí donde estaba ella,me puse encima suya y sujeté sus muñecas.
-A ver como escapas ahora-

Sonreí, no podía separarme de él, sus ojos eran unos grandes hipnotizadores.
-Me rindo... ¿Puedo sacar la banderita blanca?

-No se...-reí.Me aparté de ella.-Eres libre,pero que sepas que no puedes escapar de mi.-sonreí.

Me puse de pie, la habitación estaba completamente vacía. Le di la espalda y comencé a caminar por ella moviendo exageradamente mi cintura y andando de una manera muy extrovertida. Coloqué mi dedo indice en mi boca, con intención de morderme la uña mientras sonreía más animada. Me giré y lo miré de arriba a abajo. Me acerqué de nuevo a él y me arrodillé bromista, cogí su mano y la besé.
-Gracias por concederme libertad, joven amo. El empleo de esclava es demasiado duro para una mujer tan delicada como yo. Os juro por lo que más quiero que no volverá a suceder, a menos que... -me puse de pie y lo besé en los labios- decida lo opuesto...
Me rei entre dientes. Y me fui de allí, de nuevo al despacho de Noah, junto con Edward. Le dejé con la palabra en la boca.

Llego con las maletas,bien! la cama mas luminosa aun no se ha cogido, me la pido.
Me tumbo en la cama, no se si me adaptare a este sitio...

Me pongo unas converse, me pongo mi pantalon jean, una camiseta, y salgo de alli

Entré en el cuarto.Cómo le digo esto a Lydia...pero es por su seguridad,debo hacerlo...aunque esto le haga daño....
Me senté en mi cama,refexionando sobre ello.

Entré silenciosamente en la habitación, me miré en un espejo de la entrada y veia que mi cara estaba muchisimo mejor. Vi a Evan darme la espalda, sentado en su cama. Me acerqué corriendo a él y salté abrazándolo a sus espaldas y dándole un beso en la mejilla.
-¡Evan! ¡Cuánto me alegro de verte! -dije sonriente.

Cerré los ojos,sin atrever a mirarla a la cara.
-Lydia...-murmuré su nombre-No...-no sabía como seguir.

Mi sonrisa desapareció y lo miré ceñuda.
-¿No... qué? -pregunte sin saber qué decirle. Mi sonrisa volvio a ser amplia- ¿Estás bien?

Me giré,viendo su hermoso rostro.Esto sería más dificil de lo que creía...
-Lydia,verás,yo...-musité-Tenemos que hablar.Es sobre los dos,sobre nuestra relación.-la miré seria,intentando no mostrar ningún sentimiento en mi rostro.

Comencé a preocuparme. Fruncí el ceño y me acomodé sentandome de piernas cruzadas...
-¿Qu.. qué pasa... Evan? -tartamudeé con un hilo de voz. Le di un abrazo quería sentirme cerca suyo.

La aparté bruscamente.
-No lo hagas.Yo...-inspiré hondo,preparado para soltarlo todo....-Yo yá no te amo.No siento nada por tí.Es más,me voy de aquí.Lo siento mucho,pero...-se me atragantaron las palabras.

Evan se apartó de mi y comenzó a soltar palabras que no me sentaron demasiado bien. Estaba impresionada. Lo miré sin una expresión feliz en mi cara. Mis ojos se volvieron borrosos pero sonreí sin ganas.
-No... ¿Es una broma? Sí, si que lo es... -pero su cara no decía eso- No puede serlo -susurré segundos después sintiendo como una bomba atómica explotaba en mi interior... Lo negué todo con la cabeza. Dejé de mirarlo para desviar mi mirada al otro lado, apretando mi puño y ocultando mi rostro, solo mostrando mis ojos, que comenzaban a humedecerse más y más rápido- ¡Eso no es cierto! -le grité finalmente.

Me levanté,mirando por la ventana.
-No me conoces...para mi las mujeres son así,de usar y tirar.Y tú has sido muy entretenida...pero yá me cansé de jugar contigo.Me cansé de fingir que lo nuestro iba en serio.
Cerré los puños,quise tirarme por la ventana....pero tenía que hacerlo.

Me puse de pie con todas las mejillas húmedas y me acerqué a él apartándolo de la ventana.
-¿Cómo puedes decirme eso? -exclamé- ¡¿Cómo puedes hacer semejante crueldad?! -le levanté la mano pero fui incapaz de pegarle y me mordí la uña de mi dedo índice y sonreí sin ganas, mirando al suelo- Edward, Tora, Cath... Todos tenian razón.
Volví a mirarlo a los ojos.
-Tú no me quieres -dije con un hilo de voz entre llantos.

-Deberías escuchar más a los que te rodean,en vez de confiar en un desconocido a la primera de cambio.He de reconocer que ha sido muy fácil conseguir lo que quería...
Ni yo mismo me creía lo que decía...

Cerré los ojos con fuerza y me acerqué a la otra ventana, golpeandola con fuerza. El cristal tembló. Cuando dejé de llorar y me tranquilicé, reí por no llorar.
-Te odio... Te odio... -comencé subiendo mi tono de voz...- ¡Te odio! -...hasta acabar gritando, pero sin mirarlo.

-Ódiame.No me importa en absoluto lo que tu pienses.
Me apoyé en el cristal de la ventana,casi derrumbado.
- Me importas poco,solo eres una más.

Lo miré negando con la cabeza, mis ojeras se notaban muchísimo más.
-Tienes razón, la próxima vez que encuentre a alguien con quien pueda compartir mi vida, me fijaré un poco más en que ese alguien no seas tú -lo pasé de largo y me acerqué a la puerta, apoyándome en ella debatida.

Llegue a la habitacion...
-REPITE LO DE QUE ES UNA MAS SI TIENES LO QUE HAY QUE TENER...-dije cabreado desde la puerta.