Habitación de:Edward Cullen,Ewan,1000 y Francesco Primmo

Seguía sentada en la cama de Edward sin mover ninguna parte de mi cuerpo. Noté el fuerte sonido de la voz de 1000, y al no comprender por qué se dirigió a mí de tal manera, no reaccioné cuando tube el presentimiento que no era un buen comienzo para empezar un diálogo. Más tarde vi entrar a Zyann y a Gabrielle, aunque no tube intención de hablar, ya que no tenía a penas ganas de ello... Acaricié las suaves y frias mantas de la cama de Edward y olí el dulce aroma de su almohada. Me puse de pie y me dirigí fuera de aquella habitación, dando un suspiro, al ver que iba a tardar tiempo en volver. Me dirigí a mi habitación...

Me levante de la cama, la habitacion estaba vacia asique decidi dar una vuelta por el colegio para ver si veia a alguien.

Entre a la habitacion sin llamar, aun antes de entrar, me percate que estaba vacía
-Genial... padece de insomnio y no se le ocurre quedarse en su habitacion- gruñí, mire hacia la cama de Edward, vacia desde hace no se cuanto tiempo
-Edward...- murmure, y sonrei, -Tonterias Zyann... Simplemente es tu amigo- murmure al vacio, -¿Donde rayos puede ir un demonio insomne a estas horas?- bufé, -Lo que yo buscaria es algo de paz para conciliar el sueño- murmure, y entonces comprendi... El unico lugar lo suficientemente tranquilo para poder descansar o pensar, era la azotea, -A subir mas escalones- gemi y sali de ahi

Sigue en la azotea

Cuando entre a la habitacion me puse a observar las ropas que llevaba el dia en que memeti el golpe. Estaban muy rotas incluso llenas de sangre del demonio que me acompaño en la mision. De vez en cuando las miraba intentando recordar que me paso incluso cree varias hipotesis. La que yo creya mas creible era la de que el demonio con el que iba me adiestro porque en mis visiones los dos usabamos los mismos hechizos, pero el era mas fuerte que yo ya que el era capaz de crear un dragon de fuego con inteligencia propia no era demasiado inteligente pero si lo suficiente para saber quien era amigo y quien enemigo.Encima era un buen espadachin y yo apenas sabia defenderme cuando el golpe. Muchas veces pense en volver al inframundo una temporada lo justo para saber quien soy. Cogi un cuadermo que usaba para ir apuntando todo lo que recordaba y empeze a escribir cosas sobre Zyann. Y los Karhú,¿Por que habria trabajado yo para la familia de Zyann?
Ojala pudiera saberlo creo que eso podria ayudarme a recordar algo.Cuando me aburri de escribir me fuy de la habitacion a algun lugar donde pudiera pensar.

Vine de los alrededores del colegio abrazada a Edward. Estuvimos hablando sobre nuestra vida antes de reencontrarnos, de papá y mama y de los deberes de la clase de magia. Cuando llegamos, entré junto a él y se tumbó en su cama desecha por mi misma, me fijé en 1000, que acababa de salir de la habitación.
Edward me dirigió una mirada y me siseó al oido.
-No te preocupes, no parecen interesarle demasiado los vampiros.
-Mas bien, no parezco interesarle yo -le dije sonriente...
Me tumbé a su lado y adiviné que Edward estaba sabiendo qué pensaba exactamente, pensaba en él...

Al subir hacia mi habitacion, vi entornada la puerta de la habitacion de los chicos... Necesitaba tanto hablar con alguien... Habia metido la pata hasta el fondo...
-¿Edward?- pregunte antes de entrar

Alcé las cejas al escuchar la voz de Zyann, miré a la puerta y vi su sombra. Me senté en el bordillo de la cama, dejando a Edward tal como estaba.
-¿Zyann? -murmuré.

-Ah, Lydia... perdona, no quiero interrumpir- murmure, con la vista baja

-No interrumpes nada. Vamos, ¿Qué vamos a hacer? La noche es larga...
Le hice un gesto para que entrara.

Sonrei ligeramente y entre, mire a Edward
-¿No que los vampiros no dormian?- pregunte

Suspiré.
-Dormir... -repetí- Era una de mis aficiones -le dije sonriente- Más quisiera yo dormir ahora...

-AL menos no meterias la pata como algunas de nosotras- susurre, -¿No me puedes volver vampiro?- sonrei

Sonreí.
-Creo que un vampiro-demonio sería algo extraño... ¿No? -guardé silencio, le cogí de la mano y la lleve a una cama libre para sentarse a mi lado- ¿Te ocurre algo?

-No soy como Edward, a pesar de ser su hermana tenemos diferencias... Pero si te sirve de algo un hombro para agarrarte cuando te caigas...

Sonrei
-Es que he metido la pata hasta el fondo!- susurre, -Ahora debo enfrentarme a 1000-

-Oh... -di una breve pausa- ¿Qué digiste? ¿Qué ocurrió, pues?

-Nada... solo... digamos que aclare algunas cosas con el... y con su pasado-

-Ahá... Bueno... Si quieres, cuando tengas más ganas de hablar de ello, me buscas a mí o a Edward, en cuanto aterrice de la luna... -dige dirigiéndole una mirada...

Sonrei
-La verdad es que... ganas no me faltan Lydia- susurre, -pero cada vez que me acuerdo me da una de coraje- susurre

-Ains... Zyann... Te comprendo... Cada vez que yo recuerdo cuando dejé a Edward... -murmuré con un hilo de voz...

Sonrei
-Pero ahora estas con el- murmure tranquilamente, ¿como explicarle que el inframundo y mi propio padre estaban en un gran riesgo?

-Así es, después de casi un siglo... -guardé el silencio durante un buen rato. La oscuridad de la habitación era rompida por la brillante luz de la plateada luna...

-Entra Cath- susurre, -No es 1000, es Lydia,-

Cuando vi a Cathaline entrar pensé Vaya, qué manera tan rápida de llenarse la habitación masculina con una amplia sonrisa.
-Encantada.